• La extrusora monohusillo: es más sencilla en su diseño, tiene un costo menor y es perfecta para tareas básicas como fundir y extruir un solo tipo de plástico. Es una opción eficiente cuando se trabaja con materiales homogéneos.
• La extrusora de doble husillo: está pensada para desafíos más complejos, permite mezclar distintos tipos de materiales, realizar el preparado o incluso llevar a cabo extrusión reactiva. Aunque su estructura es más compleja y su inversión tiene un costo mayor, ofrece un mejor control en procesos que requieren precisión y versatilidad.

• Extrusora monohusillo: ideal para procesar materiales simples y uniformes como polietileno (PE), polipropileno (PP), PVC y otros polímeros comunes. Es perfecta cuando se trabaja con un solo tipo de material y se busca eficiencia en procesos estándar.
• Extrusora de doble husillo: perfecta para tareas más exigentes, permite mezclar y modificar distintos materiales, incluyendo plásticos de ingeniería como ABS o PC, elastómeros termoplásticos (TPE), materiales biodegradables y formulaciones más complejas. Su diseño favorece una mayor homogeneidad en la mezcla y control del proceso.

La capacidad varía según el diseño del equipo y las condiciones del proceso. Factores como el diámetro del husillo / tornillo, la velocidad de rotación y las características del material influyen directamente en el rendimiento. En términos generales, una extrusora monohusillo puede producir entre 0 y 500 kg/h, ideal para procesos estándar. Mientras que una extrusora de doble husillo ofrece un rendimiento mayor, alcanzando hasta 2000 kg/h, siendo muy útil en aplicaciones más exigentes o formulaciones complejas.

Claro que no. Tanto las extrusoras de uno como de dos husillos están diseñadas para que su manejo sea sencillo y muy práctico. Además, si lo requiere, ofrecemos capacitación personalizada y soporte técnico para que su equipo funcione de forma segura y eficiente desde el primer día.